Descripción
El Lilium 'Longwood' es una variedad de lirio asiático que destaca por su vibrante y llamativa combinación de colores. A continuación, se detalla una descripción general de esta planta:
Características principales:
- Color de la flor: Sus flores presentan una fascinante combinación de naranja quemado, rojo y burdeos, a menudo con un moteado de manchas de color burdeos o caoba. Esta mezcla de tonos la hace visualmente muy atractiva.
- Tamaño de la planta: El Lilium 'Longwood' es una planta de porte alto, que puede alcanzar aproximadamente 1 a 1,2 metros de altura una vez establecida.
- Floración: Generalmente florece a finales de la primavera o principios del verano, dependiendo del clima y las condiciones de cultivo.
- Aroma: A diferencia de otros tipos de lirios (como los orientales), los lirios asiáticos como el 'Longwood' suelen tener un aroma muy ligero o casi nulo, lo que los hace ideales para personas sensibles a los olores fuertes.
- Forma de la flor: Las flores son grandes y tienen una forma de copa o trompeta.
- Usos: Es una variedad muy popular para flor de corte, utilizada en arreglos florales por su larga duración y sus colores intensos. También es una excelente opción para macizos de flores en jardines o para cultivar en macetas.
Cuidados y cultivo:
- Ubicación: Prefiere un lugar soleado con suelo bien drenado. Un lugar donde reciba sol por la mañana es ideal.
- Suelo: Se recomienda preparar el suelo aflojándolo y mezclándolo con compost o abono orgánico para mejorar su fertilidad y drenaje.
- Plantación: Los bulbos se siembran a una profundidad de aproximadamente 10-12 cm, con una separación de 12-15 cm entre ellos.
- Riego: El riego debe ser moderado, evitando el exceso de humedad que puede provocar pudrición del bulbo.
- Resistencia: Aunque son bastante resistentes al calor, son susceptibles a las heladas fuertes, por lo que en climas fríos se recomienda proteger los bulbos durante el invierno o plantarlos en invernaderos.
- Mantenimiento: Una vez que las flores se marchitan, se deben cortar, dejando el tallo y las hojas intactos para que la planta pueda almacenar energía en el bulbo para la próxima temporada. Los bulbos no necesitan ser desenterrados y pueden permanecer en el mismo lugar año tras año.
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